lunes, 29 de agosto de 2011

Código ético para audiovisuales


Les invito a leer esta nota y a guardar el código para futuros trabajos. Saludos cordiales a todos!

Clic acá.


domingo, 17 de julio de 2011

Trabajos en Los Guido III parte

Presentamos la última entrega de los trabajos de antropología visual realizados en la comunidad de Los Guido

En la revista "Necesidades de lxs jóvenes: espacios de recreación" la fotografía es el medio por el cual las investigadoras, junto con un grupo de estudiantes del Colegio Técnico José Albertazzi, analizan los espacios de recreación con los que cuentan lxs jóvenes en la institución.



"Dos historias detrás del café" muestra las historias de vida de dos lideresas de Los Guido, con el fin de reflejar la importancia de las mujeres en el proceso de ocupación de tierras en dicha comunidad.



"Economías informales, locales y de subsistencia en la comunidad de Los Guido", es un trabajo fotográfico realizado con la colaboración de los dueñxs de tres negocios: Tienda Kikis, Abastecedor Santa Cecilia y el puesto de frutas de Lizeth Luna y su esposo. Se documenta y analiza el desarrollo de las actividades económicas y sociales (por ejemplo, las denominadas por los investigadores "redes de solidaridad") generadas en torno a estos ejemplos de economía local.

A continuación una muestra fotográfica, las reseñas elaboradas por los investigadores y una imagen del montaje final en el parque de Los Guido.


Tienda Kikis
Doris Agüero Sanabria

Foto: Sharon Bonilla y Andrea González Orúe

Doris Sanabria es la propietaria de la tienda - bazar Kikis, un floreciente negocio de la comunidad de Los Guido en Desamparados. Siempre tuvo la ilusión de tener una tienda, un negocio propio.

Doña Doris tiene dos hijos, y ha sido con ayuda de Dios, su familia y su amiga Sabi , que ha sacado adelante el negocio a pesar de las dificultades. Además es de las pioneras, de las primeras personas que llegaron a Los Guido, y aún recuerda cuando “había que traer el agua desde abajo”.

Doña Doris afirma estar feliz con su comunidad. “Para mí este es mi barrio bello, lindo. Aunque muchas veces la gente habla muy feo de este barrio, para mí es lo más bello...” Además es el lugar en donde viven sus amigas, y en donde ha trabajado durante mucho tiempo y en el cual logró llevar a cabo su sueño. “Yo siempre soñé tener una tienda, yo en veces: ´vea, no importa aunque sea de ropa americana’...” Y al respecto, fue su amiga Sabi quien le regaló el negocio.

Kikis además de su objetivo primario, vender, de una u otra forma termina brindando un servicio a la comunidad, debido a sus cómodos precios y facilidades de pago. Además Doña Doris confiesa que de vez en cuando le piden consejos, y ella siempre está dispuesta a tender una mano.

Ante todo, y a pesar de las circunstancias duras que ha enfrentado en su vida, como la situación de tener un hijo de capacidades especiales, o las necesidades que ha pasado, ella sigue confiando su vida a Dios.

No ha sido fácil, después de trabajar en otras tiendas, Doris se siente muy agradecida de lo que la vida le ha dado. Constantemente, como ella dice: “Le pido a Dios que me dé sabiduría para que esto no se caiga... ”. Pues, para Doña Doris su historia es un testimonio de como la fe en Dios puede realizar milagros. Y es por eso que, muchas de las dificultades que ha enfrentado en su vida las ve como un “regalo de Dios”, por el solo hecho de estar viva.

Kikis está abierto todos los días a partir de la 7 de la mañana, y es posible encontrar productos muy variados y de calidad. El negocio está ubicado junto a su casa, lo que le facilita el cuidado de su hijo menor.


Abastecedor Santa Cecilia
Francisco Arley Quirós – Cecilia Castillo Fallas

Foto: Sharon Bonilla y Andrea González Orúe

Esta pareja, que hace poco celebró sus bodas de oro, fue una de las primeras fundadoras de Los Guido. Nos cuentan que antes vivían en una orilla de tierra que les iban a regalar a cambio de que limpiaran el terreno, pero pronto se dieron cuenta de que era un engaño. De esta manera decidieron irse a vivir a Los Guido cuando el lugar comenzó a poblarse. Fueron tiempos difíciles, en los que se montaban casas provisionales con tablas y reglas de madera. Ellos, como muchos de los primeros pobladores, debían permanecer día y noche en el lugar. De lo contrario les robaban sus pertenencias y el derecho al lote, pues las construcciones eran desmanteladas y otras personas se instalaban rápidamente en el mismo lugar.

Antes de iniciar su negocio, don Francisco era albañil y también trabajó en la Maternidad Carit, trabajo que abandonó para cuidar el sitio en el que hoy vive con su familia. Fue a raíz de esta situación que él y doña Cecilia, padres de ocho hijos, decidieron emprender un negocio propio que les permitiera pasar todo el tiempo en este lugar y así fue como don Francisco comenzó a vender verduras. A medida que iban vendiendo más, agregaban nuevos productos y la gente comenzaba a pedirles otros; así fue como iniciaron la transición hasta instalar la primera pulpería del lugar, cuando “no había nada” y todo eran cafetales. Como todo negocio que inicia, estas primeras etapas fueron difíciles. Don Francisco nos cuenta, por ejemplo, que él iba hasta San José y se traía la mercadería al hombro, aunque por otro lado la gente les compraba más, pues no había competencia. Aunque actualmente sí la hay, el negocio se ha mantenido estable y hoy viven holgadamente y sin grandes apuros económicos.

Con el pasar de los años se crean lazos entre vecinos y personas de los alrededores que los llevan a ser solidarios y “dar fiado” a los clientes asiduos y gente de confianza, pues están seguros de que pagarán en cuanto puedan. Claro que ha habido ocasiones en las que nunca les pagan, pero eso no desvela a don Francisco y doña Cecilia. Por el contrario, él afirma: “Yo no tengo miedo. Eso es lo que me ha ayudado en la vida”.


Puesto de Frutas
Lizeth Luna– Antonio Brenes

Foto: Sharon Bonilla y Andrea González Orúe

“Me fui al mercado traje sandía, papaya, bueno lo que tenía, y alisté una hielera, una silla, y puse ahí cuatro pedazos de papaya y sandía”. Así comienza la historia de este pequeño negocio familiar.

Lizeth y Antonio Brenes son una pareja que tiene 20 años de vivir juntos, 5 hijos y 26 años de ser vecinos de Los Guido, desde su formación.

Nos cuentan que la idea de establecer un puesto de frutas surgió como una necesidad de ambos. En el caso de doña Lizeth, ella necesitaba cuidar a sus hijos y trabajar al mismo tiempo en un lugar cerca; don Antonio por su parte, quería un negocio propio.

“Para llegar a tener algo hay que perseverar y salir adelante” nos cuenta don Antonio con orgullo, pues en noviembre se cumplen 9 años de haber establecido su puesto de frutas.

Nos cuentan como en un pasado pusieron una Taquería en su casa, la cuál no funcionó y tuvieron que quitarla, pues, según el lema de don Antonio “Si algo no está funcionando, quítelo mejor antes de que quiebre”.

Recuerdan como en el pasado, al inicio de la formación de Los Guido, las condiciones eran difíciles, esto debido a que no había servicios de agua y debían de ir a traerla lejos y a cualquier hora que llegara. El transporte también era complicado y debían de “salir hasta San Miguel a agarrar bus”.

Actualmente, las condiciones en Los Guido han mejorado y su puesto de frutas se ha mantenido estable hasta la fecha. Hace un año obtuvieron un permiso municipal general, lo cual les permite vender varios productos, entre ellos frutas, verduras, helados, ceviche, etc.

Don Antonio compra productos de buena calidad que aunque “un poquito más caro, pero compro un producto que me aguante”; al menos dos o tres veces por semana abastece con nuevos productos su puesto.

Y aunque “ahora hay mucha competencia”, ya tienen sus clientes fijos y venden mucho a la gente que pasa en carros, según nos comentaban.

Alguno que otro aguacero a veces imposibilita la buena venta de productos, sin embargo, casi todas las mañanas se ve la carreta bien establecida en la acera y a doña Lizeth o a don Antonio esperando a sus clientes.


Montaje final en Parque de Los Guido
Foto: Roy León


Realización: Sharon Bonilla, Andrea González, Ricardo Guzmán y Laura Orozco.

Con la colaboración de: Lizeth Luna, Antonio Brenes, Franciso Arley, Cecilia Castillo, Doris Agüero y la Unidad de Estrategia Social de la Fundación Costa Rica-Canadá.






martes, 12 de julio de 2011

Trabajos audiovisuales en Los Guido II parte


Los siguientes videos se presentaron en Los Guido el pasado 02 de julio, fueron realizados con ayuda de miembros de la comunidad como trabajo final del curso Antropología Visual Aplicada.


"Memorias visuales de la trayectoria histórica de una alameda
" busca reflejar el trabajo colectivo de lxs vecinxs de la alameda 1 de sector 6 de Los Guido por mejorar la infraestructura de su entorno desde los inicios del asentamiento - en 1986- hasta la actualidad.





"Jugando, aprendiendo y enseñando: manejo de desechos sólidos en Los Guido, Desamparados" aborda el tema del reciclaje y la reutilización de desechos que realiza el programa de reciclaje de la escuela del sector 2 de Los Guido.




En el transcurso de la semana se estarán publicando los últimos tres trabajos: "Dos historias detrás del café", "Economías locales y cadenas de solidaridad" y "Necesidades de lxs jóvenes: espacios de recreación".

martes, 5 de julio de 2011

IV Diplomado Internacional en Documental de Creación

En la Universidad del Valle, Colombia, se estará impartiendo el IV Diplomado Internacional en Documental de Creación de octubre a diciembre de este año.

Hay cuatro becas y además el diplomado está dirigido a estudiantes y recién graduados de antropología, entre otras carreras de ciencias sociales.

Acá pueden encontrar el enlace con la información del curso y los requisitos para aplicar, suerte!

Marialina V.Z.

Taller con niños de la escuela del sector dos de la comunidad de Los Guido

Al inicio me presentaba con muchas dudas, más que el proyecto en sí mismo, me preocupaba el tipo de población con la que íbamos a trabajar.

Siendo sincera ni yo ni mi compañera habías lidiado antes con niños y ahora teníamos que hacerlo con un grupo de treinta y tres niños de diferentes sectores. Además del recelo de entrar a una zona en condiciones de riesgo social, mantenía en mi cabeza la pregunta de si habíamos seleccionado bien nuestro proyecto o si nos habíamos equivocado.

Cuando conocimos a los niños, de inmediato me demostraron la equivocada que estaba con mi percepción hacia ellos, tanto así que en pocas secciones la cambiaron de manera radical, deje de pensar en los pequeños que veía en la televisión y empecé a ver niños de verdad, empecé a escucharlos como personas con visiones muchas veces más amplias de su contexto que los adultos.

Gracias a ellos empezamos a ver en Los Guido una comunidad diferente, que distaba de lo que se presenta en los medios de comunicación.

Pero lo mas importante es la conciencia que estos niños nos demostraron que tiene acerca de la problemática ambiental que tiene la comunidad y que fue el objetivo principal de nuestro trabajo, además tiene conciencia de otras problemáticas como lo es la drogadicción y la delincuencia, y mas importante presentan un deseo incansable por ser agentes cambio.

Muchas veces como investigadores nos centramos en poblaciones de adultos y olvidamos que los niños son fuentes de información valiosa, privándonos así de una grata experiencia.

Sin duda alguna hoy puedo concluir que la experiencia con la comunidad de Los Guido fue sumamente enriquecedora a nivel académico y aun más a nivel personal.

Kassandra Valverde A