domingo, 10 de abril de 2011

Antropología y ética: jugándosela entre los abismos de la legalidad e ilegalidad

El artículo posee una línea crítica muy importante: la antropología, como cualquier otra disciplina, necesita un respaldo legal para su ejercicio. Juan Antonio Seda, el autor, expone un ejemplo bastante complicado (personas con retraso mental) en donde se apega a códigos de ética formulados en otros países a la hora de realizar su investigación (AAA, ABA, ASA), ya que en su país (Argentina) no existe una institución encargada de ello.

Lo anterior, indudablemente nos remite a la situación que vivimos en Costa Rica. A diferencia de los graduados en medicina, arquitectura, filología y derecho, la antropología (o sociología) no cuenta con un colegio que regule su praxis, un código ético que sea local y aprobado por una comunidad profesional, soporte judicial o saber quién acudir en caso de alguna irregularidad.

En conclusión, es fundamental reflexionar sobre la manera correcta de "antropologizar" al otro, al menos mantenerlo informado de quiénes somos, qué queremos indagar y para qué. A pesar de que, en nuestras tierras, aún no exista una institución encargada de velar por el "buen" ejercicio de los antropólogos en el campo.

1 comentario:

  1. De hecho sí es un caso complicado, está bien que el autor se sintiera un poco desamparado en cuanto a códigos éticos, sin ambargo antes de los códigos éticos existen recursos normativos a los cuales apelamos en primera instancia, ya en la experiencia práctica no simpre andamos con un manual de ética bajo el brazo para andar consultando.
    De todas maneras las consultas que él hizo le sirvieron mucho, y es que trabajar con personas con retraso mental debió ser todo un reto, en cuanto a consentimiento informado, por ejemplo, él decía ¿cómo les voy a explicar que es una investigación antropológica? ellos lo veían como a un maestro.
    Pero bueno, está interesante, encontrar nuevas formas de participación, de colaboración, aproximaciones distintas. Aventurarse a aprender del otro, pensar cómo va a ser visto y recibido el investigador en una mente diferente, requiere de mucha paciencia y ganas de hacer un trabajo antropológico sin precedentes.

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