sábado, 9 de abril de 2011

La ética de la investigación en ciencias sociales en el contexto de la globalización: de la investigación cuantitativa a la cualitativa

Link: http://redalyc.uaemex.mx/pdf/554/55410108.pdf

El texto, elaborado por Lorenzo Agar Corbinos de la Universidad Autónoma del Estado de México, se enfoca en la importancia de reformular las metodologías de investigación en las ciencias sociales, con el fin de entender de una forma más validada y apropiada la realidad (ética). Este cambio de metodologías se busca por el hecho de que han habido transformaciones económicas y sociales, producto de la globalización. Por ejemplo, la mayor participación de la mujer en el ámbito de lo público, ha cambiado la forma en que la sociedad y los grupos sociales perciben y reaccionan ante los cambios en los distintos roles de la mujer y el hombre, tanto de ellos frente a la sociedad como entre ellos.


Este tipo de cambios requiere de nuevas preguntas (entrevistas) de investigación y métodos para comprender esos nuevos panoramas sociales y, sobre todo, para que exista una verdadera ética de la investigación en ciencias sociales. Para ello, según el autor, hay que tomar en cuenta un enfoque más humanista, donde busque lo cualitativo, es decir, el sentir de las personas, la subjetividad propia del ser humano, las emociones; no solamente lo cuantitativo o la metodología dura. Al enfocarse en lo cualitativo se está tomando en cuenta la participación de los actores sociales como sujetos autónomos y activos de las investigaciones sociales.


Creo que el autor toma aspectos fundamentales para que exista una ética de la investigación social. Uno de ellos es el cambio. En este caso, es imprescindible entender que la vida está en constante transformación, por lo tanto, las ciencias sociales no se pueden estancar en los mismos métodos; deben buscar nuevas herramientas o reformular las ya existentes para entender la realidad; de lo contrario, estaríamos negando formas más eficaces para escudriñarla y manteniendo ciertos patrones culturales que podrían dañar una sociedad.


Y un aspecto fundamental que el autor señala es la participación de los actores sociales en las investigaciones como parte de la ética que deben seguir las ciencias sociales. El sujeto de estudio es la base, el punto central de la investigación, por lo tanto, obviar sus opiniones, ideas, sentimientos etc., sobre lo que a ellos les va afectar es irracional y antiético. Hay que recordar que el científico social está trabajando para y con la sociedad. Si separamos ambas partes no tendríamos el nombre de investigadores sociales. La época en donde el investigador era el "erudito" y miraba al "otro" como algo exótico, extraño e inferior ya no puede existir en el mundo actual.


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